Uno de los conflictos que pueden surgir en el aula es la falta de disciplina o el comportamiento disruptivo de los alumnos. Para desactivar y minimizar las consecuencias de este conflicto, es esencial poner en marcha las medidas adecuadas. Por ejemplo, el profesor puede establecer normas claras de conducta en el aula y discutirlas con los alumnos al principio del curso escolar. También es importante establecer un sistema de recompensas y sanciones para fomentar el comportamiento adecuado y desalentar las conductas perturbadoras. Además, la comunicación abierta con los alumnos y la creación de un entorno de aprendizaje positivo pueden ayudar a prevenir conflictos y fomentar un clima de respeto en el aula que favorezca el aprendizaje.
Otro conflicto frecuente en el aula puede ser la falta de participación de los alumnos. Una medida adecuada podría ser animar a los alumnos a participar formulando preguntas abiertas que susciten el debate y creando un ambiente en el que se valoren las opiniones de todos. Este enfoque ayuda a mantener un clima participativo en el aula y a minimizar el conflicto asociado a la falta de participación.
En mi experiencia personal, no ocurrió en el aula, sino en un campamento de vacaciones. Dos jóvenes se enzarzaron en una violenta discusión y luego se pelearon. Tuvimos que separarlos pero, como soy pequeña, no pude hacer mucho. Una vez separados, tuvo lugar una larga discusión con los 2 por separado y luego juntos, siguiendo el consejo de los testigos para obtener toda la información posible. Se impusieron sanciones y, si volvía a ocurrir, se llamaría a los padres y probablemente se les enviaría a casa a sus expensas.
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